La consejera de Salud de la Junta de Andalucía considera imprescindible aumentar hasta el 7,5 por ciento el gasto del PIB destinado a la sanidad. María Jesús Montero apuesta por una revision al alza de los impuestos sobre productos que dañan la salud

"No se trata de penalizar a los fumadores sino de subir el precio del tabaco para que actúe como un efecto disuario y disminuya el consumo". Con estas palabras defiende la consejera de Salud de la Junta de Andalucía María Jesús Montero su propuesta de gravar más el tabaco y el alcohol como una de las fórmulas para aumentar la financiacion sanitaria y garantizar la sostenibilidad del sistema público.

María Jesús Montero matiza que es peligroso asociar esta medida con el impacto ecónomico que tiene el tabaquismo en el sistema porque no se trata de que paguen más los que más recursos consumen ni de recaudar castigando conductas imprudentes. Añade que el objetivo de la medida es la prevención del tabaquismo, reducir el consumo y recuerda que en España el precio del tabaco continúa siendo muy inferior al de los países de nuestro entorno.

Lo cierto es que la adicción al tabaco le sale muy cara a la sanidad. Los expertos y las sociedades científicas calculan que el tabaquismo le cuesta al sistema, público y privado, 15.000 millones de euros al año por las enfermedades que genera el hábito de fumar. El abuso de alcohol se acerca a los 3.000 millones de euros.

El Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo aplaude la propuesta de incrementar los impuestos especiales y afirma que es una de los instrumentos mas eficaces para reducir el consumo. "Si se sube el precio del tabaco un 10% baja un 4% el número de fumadores" asegura su portavoz Francisco Camarelles que lamenta que España sea uno de los paises europeos con un mayor índice de jóvenes fumadores. "Es una vergüenza", añade.